Extraído de http://www.yakutravel.com.pe/descubre-que-hacer-en-tu-viaje-a-ayacucho/
Conocida como la ciudad de las 37 iglesias, Ayacucho es un nombre que enmascara a una tierra que es poseedora de una historia milenial. En un principio este territorio desempeño el papel de centro político administrativo del primer imperio andino preincaico o Wari. Su apogeo como imperio alcanzo grandes y elevados niveles de producción cultural incluyéndose en aquellas elaboradas cerámicas, tejidos y metalurgia en piedras. Posteriormente tras la influencia de factores climáticos (desecamiento) el dominio del imperio wari sobre sus zonas de influjo se fue poco a poco debilitando. Tras su desintegración surgieron a consecuencia sociedades y grupos indígenas regionales (Wankas, Willcas, Uramarcas, Andamarca, etc) que dieron origen a lo que se conoció como la cultura Chanka, cultura que rivalizó con los Incas en temas de economía y fuerza bélica. Durante el desarrollo del Imperio Inca, Pachacutec aproximadamente en el siglo XV fundo un prototipo de ciudad llamada Ayacucho: Aya (alma) – cuchu (morada). Aquella zona fue testigo de la construcción del centro administrativo religioso de Vilcashuamán (Templo del sol), el cual afirmó el dominio Inca en la región conquistada tras un arduo enfrentamiento con los Chankas.
Pero no es hasta que los españoles colonizan las tierras peruanas que Ayacucho es fundada oficialmente por el español Francisco Pizarro y Vasco de Guevara, con el nombre de San Juan de la Frontera de Huamanga el 25 de abril de 1940. Ello puesto que Ayacucho era un punto estratégico para comenzar a liderar la colonización de una tierra de "salvajes iletrados", además de ser un paso obligado de los viajeros de Lima o Huancavelica que tenían como destino a Cusco. Poco a poco, a partir de la colonización católica y territorial, la ciudad se convirtió en una zona de influencia y dominio español. La ciudad seguía un modelo arquitectónico de las grandes ciudades españolas que con el tiempo se convirtió en un atractivo único de la zona.
Durante la época de la emancipación y la independencia del Perú, San Juan de la Frontera de Huamanga fue cuna de héroes y mártires que lucharon ofreciendo sus vidas por el futuro de un país reprimido, así como también por las futuras generaciones. Una de las heroínas más resaltantes fue María Parado de Bellido, quien ofreció sus servicios (espionaje) a José de San Martín durante la lucha contra el ejército realista. Basilio Auqui Huaytalla un hombre nativo de la zona se agrupo con los Morochucos con el objetivo de hostilizar y hacerles la vida difícil a los españoles antes, durante y después de los enfrentamientos armados. Asimismo, fue escenario de una de las batallas determinantes para la independencia definitiva del Perú, el cual fue un enfrentamiento entre las fuerzas libertadoras (Antonio José de Sucre) y el ejército realista (José de La Serna). El cómo se desarrollo es un cuento de otro día, pero el resultado final es algo simple la victoria fue para el bando peruano.
Desde ese momento la historia peruana tomo un rumbo supuestamente distinto para algunos, pero no para todos. El feudalismo es como una mala hierba que se empeña en quedarse para nunca irse, los pobladores de Ayacucho tras la llegada de los españoles fueron introducidos en un sistema de trabajo por tierras. La explotación intensiva de indígenas provoco que en 1969 el General Juan Velasco Alvarado, prorrogara la Ley de la Reforma Agraria Nº 17716. Se inicia la reforma agraria y una serie de expropiaciones a haciendas en busca de organizar cooperativas agrícolas y ganaderas dirigidas por la propia mano de obra. La falta de capitales, la inadecuada gestión de cooperativas y el desinterés del campesinado provocaron el fracaso de esta reforma y consecuentemente el fraccionamiento de las tierras anteriormente adjuntadas a las cooperativas.
Luego de ello, Ayacucho se vio inmersa en la violencia terrorista, que se inició a comienzos de 1980, ocasionó que la zona se fundiera en un caos total, la pérdida de líderes, vidas, propiedades e infraestructuras fomentaron la migración masiva. De un momento a otro, Ayacucho se convirtió en uno de los departamentos con más alto nivel de pobreza en el país. Así, el Perú, pero aún más Ayacucho fue un escenario-testigo de lo peligroso que puede ser el pensamiento Gonzalo y más aún sus métodos.
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